Sor Sara, el Niño Jesús, antes de tiempo puso el despertador y te llamó para celebrar con Él su nacimiento. Como una estrella fugaz subiste al cielo.
Los alumnos del Colegio la Purísima, siempre te recordaremos esos 27 de noviembre: por tus pulseras, tus botillas, los llaveros, las viseras….¡cuánta ilusión y cariño ponías para que estuvieran muy bien hechos y no faltase ningún detalle!
Tu sonrisa, tu alegría y tu buen humor, estarán siempre presentes entre nosotros. Fuiste esa buena educadora, vocacionada como Hija de la Caridad, sin pasar factura por nada. Sólo nos queda decirte gracias muchas gracias por todo lo que pensabas en nosotros… Un besote enorme de todos, también de nuestros profesores y todos los que vivimos en este colegio. Nunca te olvidaremos y tú también cuida de nosotros.